Había una vez una niña infeliz. Tez blanca y pelo ceniza. Ojos similares al cielo y piernas kilométricas. Esta chica, debería ser feliz. Era popular, tenía una gran cantidad de chicos detrás de ella y tenía bastantes amigas. Su problema era que vivía en una mentira. Me explico:
Todas sus amigas querían ser populares, únicamente. Y que las siguieran tantos chicos cómo a nuestra protagonista. Pero, eso era imposible.
Los chicos buscaban lo mismo. Un par de ojos a los que mirar en noches de pasión. Un buen culo por tocar y... dejémoslo ahí.
¿Sabéis a qué se debía su popularidad? No era buena, precisamente...
Esta se debía a que todo el instituto Rivery, la tachaba de puta. Por su forma de vestir atrevida, y su actitud. provocadora y decidida.
Aunque la realidad sea, que nuestra protagonista ni siquiera había besado a alguien por primera vez.
Esos chicos querían líos de una noche. Y las chicas, dar que hablar.
Nuestra rubia de ojos azulados, un día, cansada, decidió marcarse.
Marcarse de por vida.
Con una cuchilla, una noche de tristeza, se escribió en su brazo izquierdo "Imperfección".
Y así acabó con su vida María, también conocida cómo:
La fulana del instituto Rivery.